¿Qué tiene que ver la química con un asesinato? ¿Existen moléculas asesinas? “¿Resulta fácil descubrir un veneno? A estas y otras preguntas sobre la relación entre la química y el crimen respondió ayer jueves, 12 de mayo, en el Museo de las Ciencias Príncipe Felipe el escritor y periodista científico John Emsley, que ofreció la conferencia “Moléculas de un asesinato: moléculas criminales y casos clásicos”.
El Dr. Emsley, considerado como uno de los grandes comunicadores de la química a nivel internacional, galardonado en 2003 con el premio para escritores científicos de la Sociedad Química Alemana, contó historias sorprendentes donde se mezcla la química con el crimen, que, incluso hoy, algunas de ellas no han podido ser del todo resueltas, como la del Doctor Harold Shipman, que envenenó a 400 de sus pacientes, o las muertes de Alexander Litvinenko y Georgi Markov, envenados ambos en circunstancias misteriosas, en el caso de este último, por una toxina indetectable.
En la charla, este experto habló de venenos naturales y artificiales que son utilizados en los asesinatos, así como los efectos en el cuerpo humano de determinadas sustancias peligrosas que se emplean en medicina. Asimismo, abordó la nueva química forense que ha desarrollado técnicas para detectar hasta pequeños rastros de estas sustancias nocivas, y explicó cómo algunos de estos venenos se están investigando actualmente como posibles tratamientos médicos. Por último, el Doctor Emsley ahondó en casos en los que se demuestra cómo los asesinos que utilizan venenos suelen intentar ocultar sus crímenes mientras todas las sospechas recaen sobre ellos.
La conferencia se enmarca dentro del ciclo ‘A ciencia cierta’, organizado por la Ciudad de las Artes y las Ciencias, que plantea temas cotidianos sobre salud, el medio ambiente o los avances tecnológicos para saber hasta qué punto la información que tenemos es la correcta. A lo largo del ciclo, los ponentes ofrecen claves fiables para entender esos temas relacionados con la vida cotidiana en toda su complejidad e importancia. Se trata de comunicar de una forma sencilla y atractiva todo aquello conocido “a ciencia cierta”.