Hoy recordamos al físico y químico alemán, Heinrich Gustav Magnus, que nació el 2 de mayo de 1802 y que descubrió lo que, posteriormente, se denominaría el ‘Efecto Magnus’. En la exposición dedicada al deporte del Museo de las Ciencias los visitantes podrán comprobar cómo ciencia y deporte van de la mano, sobre todo en un deporte de competición como es el fútbol. Si hablamos de chut en parábola, en realidad hablamos del efecto Magnus. Detrás de cada jugada, de cada disparo, detrás de cada uno de los movimientos de los jugadores observamos mucha física concentrada.
La exposición incluye una portería donde los visitantes pueden medir la potencia, velocidad y precisión, de cada lanzamiento. ‘Ciencia y deporte con el Valencia CF’ enlaza la historia del club de fútbol con las ciencias de la salud y la tecnología de los materiales y su aplicación al deporte. Además, permite comprender, de forma amena y divertida, principios físicos, tecnológicos y de las ciencias de la salud.
Por ejemplo, el ámbito dedicado al entrenamiento, junto con el siguiente (Ciencia y Salud) se centra en uno de los pilares del deporte: el entrenamiento. En esta zona se aprecia la importancia de un buen entrenamiento ya que mejora el rendimiento de los jugadores y les evita lesiones que podrían retirarlos de por vida del deporte. En esta zona los visitantes también pueden comprobar la aplicación de dos conceptos de física en el fútbol: el efecto Magnus y la fuerza de chut.
Módulo ‘Más vale maña que fuerza’
La puntería es la capacidad del jugador para hacer llegar el balón al punto deseado. Para conseguirlo puede golpear el balón de diferentes formas con el fin de obtener distintas trayectorias. Según la posición del pie con el que el futbolista golpee al balón, obtendrá uno u otro efecto. Por ejemplo, si le pega con el empeine, el balón normalmente saldrá en línea recta, pero si le da con la parte lateral del pie, el balón llevará cierto efecto de giro que puede alterar su trayectoria. Una de esas trayectorias es la de la parábola, que obedece al fenómeno físico conocido como “efecto Magnus”.
Se debe, entre otros factores, al llamado efecto Venturi que aparece cuando el balón sale girando por efecto del chute y arrastra con él al aire que tiende también a girar. Pero el balón, además de girar se desplaza hacia delante por lo que en uno de los laterales el aire “arrastrado” se mueve hacia atrás mientras que en el otro lateral lo hace en la misma dirección de avance del balón. Ambas corrientes de aire se “ayudan” y consiguen desplazar el balón lateralmente en su trayectoria, por la diferencia de presión debida a esa diferencia de velocidad del aire entre los dos lados del balón. La trayectoria final del balón se va curvando hasta describir finalmente una parábola.