El 1 de julio de 1858, en la Sociedad Linneana de Londres, Charles Darwin y Alfred Russel Wallace presentaron la comunicación que establecía los principios de la teoría de la evolución mediante la selección natural. Ambos científicos llegaron a las mismas conclusiones por separado. En el caso de Darwin, durante 5 largos años (1831 -1836) recorrió el mundo a bordo del Beagle. La observación de los diferentes animales y plantas y su adaptación al medio en el que se encuentran despertó en él la idea de la evolución de las especies a través de la selección natural. Tras más de 20 años, Darwin publicó el 24 de noviembre de 1859 su gran obra “El Origen de las Especies” una de las más influyentes de la historia de la ciencia.

La producción audiovisual Evolución que ofrece el Hemisfèric reproduce con realismo escenarios diversos, como la cubierta del Beagle, los primeros momentos de la Tierra, el Universo más lejano o el Londres victoriano de la época de Darwin, sin olvidar las recreaciones del firmamento estrellado. La Ciudad de las Artes y las Ciencias ha participado junto a otros planetarios en la coproducción de este espectáculo y ha programado las escenas del cielo nocturno.

“Evolución” recuerda al espectador que en las Islas Galápagos fue donde Darwin encontró alguno de los ejemplos biológicos más célebres que fueron explicados posteriormente por su teoría de la evolución de las Especies por medio de la Selección Natural, entre ellos las diferencias en la forma de los picos de los pinzones en las distintas islas, en función del alimento que tenían disponible en cada una de ellas.

La monumental obra de Darwin se ha consolidado gracias a los hallazgos en diversos campos de la ciencia, de forma que hoy podemos decir que la evolución de las especies es un hecho tan comprobado como que la Tierra orbita alrededor del Sol. Sabemos que todos los seres vivos descienden de un ancestro común, conocemos la forma en que se transmiten los caracteres de padres a hijos, y conocemos también los mecanismos que conducen a la aparición de nuevas especies.

“Evolución” realiza un viaje desde el Big Bang hasta nuestros días, un recorrido visual a través del espacio-tiempo de nuestro universo. En la primera parte el espectador visualiza los dos ciclos más importantes de la Naturaleza: el diurno y el anual que se repiten inexorablemente haciendo que nos sintamos atrapados en un bucle infinito que nos devuelve, una y otra vez, al mismo punto. Por esto, estos dos ciclos son el contrapunto de la noción de Evolución, basada en cambios que hacen que los sistemas físicos o biológicos consigan adaptarse al entorno que habitan.

Tras un breve recorrido por la turbulenta historia de los primeros momentos de la formación de la Tierra, incluida la enorme colisión que dio origen a la Luna, el público se adentra en la historia de la Vida en nuestro planeta. Desde los primeros organismos unicelulares hasta nuestros días, la evolución biológica ha conformado un panorama de la vida en la Tierra apasionante y complejo.

Otra de las partes del planetario presenta la contemplación del Universo desde las cumbres de las Canarias, que acoge uno de los lugares más especiales del mundo para observar las estrellas. Desde el Observatorio del Roque de los Muchachos en la isla de La Palma, los grandes telescopios escrutan el fondo de la noche para desvelarnos lo que hay más allá. Esta es una de las secuencias más novedosas de “Evolución” ya que está basada en fotografía a intervalos con objetivo ojo de pez que reproduce una puesta de Sol en el exterior de la cúpula del Gran Telescopio Canarias. Una técnica que se aplica en este espectáculo para formato Full Dome, a cúpula completa.