Las imágenes de los volcanes en erupción fascinan por su belleza, nos muestran la naturaleza más violenta y nos descubren que bajo nuestros pies, a miles de kilómetros existe un mundo de lava por explorar.
Desde las primera lecturas con ‘Viaje al centro de la Tierra’, donde el volcán queda ligado en nuestra imaginación como la puerta de entrada y salida de una gran aventura subterránea desde Islandia a Estromboli. Y hasta el ‘»El Principito» donde el personaje de la bufanda nos cuenta que vive en el asteroide B 612 en el que hay tres volcanes, dos de ellos activos, a los que cuida cada día. De volcanes hablamos hoy con Jacques-Marie Bardintzeff, investigador del Laboratorio de Petrografía y Vulcanología. Universidad de París-Sur, que ha participado en el ciclo de conferencias «A ciencia cierta», patrocinado por Cafés Lavazza, gratuito previa inscripción, organizado por la Ciudad de las Artes y las Ciencias.
– ¿Cómo se crean los volcanes? ¿A qué circunstancias se deben?
Bajo nuestros pies, la corteza y el manto terrestres están casi totalmente sólidos. Localmente, la fusión produce magma a una profundidad de unos 100 km que sube a la superficie y surge a nivel de un volcán. La mayoría de los volcanes se sitúa en el límite de las placas geológicas.
Un volcán es en primer lugar un orificio, un punto de salida (un «tragaluz») que une la profundidad con la superficie. Por ese agujero sale de vez en cuando una materia en fusión llamada magma. La acumulación de magma alrededor del orificio crea un relieve, una especie de montaña.
Un volcán nace, vive, crece y muere en una escala de varios millones de años o varios miles de millones de años. Un día o una noche de un volcán dura un siglo o un milenio.
– ¿Qué tipo de volcanes hallamos?
Existen volcanes esencialmente efusivos (lávicos), de erupciones rojas, como por ejemplo: Hawai, Piton de la Fournaise en la isla de La Reunión. Volcanes esencialmente explosivos, de erupciones grises, como por ejemplo: la Montagne Pelée (Montaña Pelada).
Asimismo, numerosos volcanes son mixtos; alternan erupciones rojas con erupciones grises. Por ejemplo: el Etna. Y volcanes submarinos que emergen a veces en forma de isla (Islandia, Canarias, Azores).
– Científicamente, ¿Cuál es su valor? ¿Qué tipo de información pueden ofrecer?
Posibilitan el conocimiento de la composición del manto terrestre, comprender la tectónica de las placas.
– Actualmente, ¿en qué aspectos se centran las líneas de investigación en este campo?
Estas líneas se centran en comprender la formación, la evolución, la emisión del magma desde la profundidad hasta la superficie. Además del registro de diferentes parámetros, precursores de una erupción (deformación del edificio, microsismo) para una mejor previsión.
– Para los científicos, los volcanes son un poco ‘objetos de atracción fatal’…¿a qué es debido?
Son muestras de la fuerza de la naturaleza. Una erupción es casi instantánea (días, semanas) mientras que la causa geológica evoluciona en una escala de un millón de años.
– ¿Qué impacto pueden tener para el medio ambiente? Por ejemplo, su actividad contribuye al deshielo de los casquetes de hielo en la Antártida, entre otras consecuencias…
Se considera que el impacto de los volcanes es del mismo orden que el de la industria humana.
Paradójicamente, una gran erupción que oscurece el cielo y filtra los rayos solares enfría la atmósfera. Una erupción cataclísmica podría crear un «invierno volcánico».
– Y ¿Cómo influyen en la salud de las personas? ¿Son nocivos a causa, por ejemplo, de los gases que desprenden?
Cuando los volcanes entran en erupción son nefastos para las regiones cercanas. Las cenizas y los gases volcánicos, ricos en flúor, son contaminantes. De forma inversa, otros elementos químicos fertilizan el suelo. Pero los volcanes también tienen un aspecto útil, forman parte del ecosistema.