Este sistema decorativo, que consiste en el recubrimiento de superficies mediante cerámica esmaltada y que ha sido suministrado por una empresa de la Comunidad Valenciana, reviste las dos cáscaras del Palau de les Arts Reina Sofía, construidas en acero laminado con un peso aproximado de 3.000 toneladas y que abrazan al edificio exteriormente.

El trencadís, compuesto a base de piezas irregulares de azulejo cerámico blanco y azul, fragmentadas irregularmente y que conforman un todo continuo, está también presente en otros espacios como el interior de la Sala Principal y los muros exteriores de la caja escénica, el exterior del auditorio y del restaurante, además de la urbanización exterior y zonas de accesos. Tanto el cerramiento exterior del restaurante como el interior de la Sala Principal se ha revestido de trencadís azul cobalto, el mismo que el de las tejas vitrificadas de las cúpulas de las iglesias valencianas.

El revestimiento con este material, tan característico de la arquitectura de Santiago Calatrava y de su obra en la Ciudad de las Artes y las Ciencias, no sólo permite la coherencia y homogeneidad visual del Palau de les Arts con el resto del complejo – L´Hemisfèric, L´Umbracle, el Museo de las Ciencias y el entorno de láminas de aguas – , sino también la protección de la cáscara frente a las inclemencias del tiempo y los cambios de temperatura, previniendo la oxidación y los cambios dimensionales.