El 20 de julio de 1969, el hombre llegó a la Luna. El estadounidense Neil Armstrong, comandante de la misión Apollo XI, pisó la Luna al salir del módulo Eagle. Tras Armstrong y su colega Edwin Aldrin, otros 10 astronautas han caminado por el suelo lunar. La misión Apollo XVII fue la última tripulada en diciembre de 1972, desde entonces, no ha habido más misiones a la Luna.
Ver vídeo de llegada a la Luna y la misión del Apolo XI de la web de NASA.
El Jardín de Astronomía la exposición de acceso libre del Umbracle, presenta dos módulos sobre el satélite natural de la Tierra. La astronomía es una ciencia estrechamente relacionada con instrumentos de observación y medición del cielo. En este original jardín se han reunido algunos de ellos. Todos son ingenios que ha desarrollado el ser humano a lo largo de la historia para entender los movimientos que describen los distintos objetos que contemplamos en la bóveda celeste, sobre todo el Sol, la Luna y las estrellas.
Uno de los cuerpos celestes del que se habla en el Jardín de Astronomía es la Luna a través del módulo “Reloj de Luna”. Además de contemplar sus curiosas manchas, también puede usarse la Luna como un auténtico reloj. Solemos pensar que solo se ven objetos celestes por la noche, pero la Luna puede verse también durante el día. De hecho, cuando está próximo a la fase de luna nueva, esta sale por la mañana y se pone al final del día, mientras que cuando está cerca de la fase de luna llena, sale al atardecer y se pone al amanecer.
Con “¿Existen mares en la Luna?” se puede responder a esta pregunta. La ojeada más despreocupada revela que la superficie lunar tiene zonas claras y oscuras. Los terrenos claros y accidentados son “terrae” (tierras), y las regiones oscuras son “maria” (mares). Los primeros astrónomos creían que estas últimas eran océanos y, aunque luego se supo que allí no hay agua, se mantuvo la denominación. La distribución de ambas superficies difiere mucho de una a otra cara del satélite. Mientras casi un tercio de la cara visible está cubierta por mares, en el caso de la cara oculta solo ocupan un 2%.
Estas estructuras nacieron hace unos 3.800 millones de años, la Luna sufrió un intenso bombardeo de asteroides que generó numerosas cuencas de impacto, con diámetros de cientos de kilómetros. Más tarde, estas cuencas fueron rellenadas por magmas que formaron un océano de rocas fundidas que, al enfriarse, formaron los actuales mares. Los cráteres son los accidentes lunares más abundantes. De hecho, hay unos 30.000 de diámetros superior a un kilómetro en la cara visible, e innumerables más pequeños.
