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John Hemming: ‘La Amazonia es el hogar de millones de especies que nuestra especie no tiene derecho a destruir’

La amazonia es un gigantesco laboratorio donde algunos de los más grandes naturalistas de la historia han hecho descubrimientos centrales en el campo de la biología. En 1848 y 1849 tres jóvenes ingleses, Alfred Wallace, Henry Bates y Richard Spruce, viajaron al Amazonas para estudiar su naturaleza e investigar el origen de las especies. Aunque procedían de orígenes humildes y eran autodidactas, los tres se convirtieron en los mayores especialistas británicos en el Amazonas del siglo. Entre los tres pasaron 30 años en los bosques y ríos de Brasil, Venezuela, Perú y Ecuador durante los cuales vivieron muchas aventuras, hicieron importantes descubrimientos científicos, recogieron más de diez mil especies que eran nuevas para la ciencia y fueron los primeros británicos en describir el río más largo del mundo, el ecosistema más rico y la selva más grande.

El Dr John Hemming ha sido Director de la Royal Geographical Society en Londres durante 21 años y presidente de una compañía editora de revistas. Ha participado en muchas expediciones en Sudamérica incluyendo visitas a 45 poblaciones indígenas en Brasil (cuatro de ellas antes nunca visitadas). También ha liderado el «Maraca Rainforest Project» en Brasil, el mayor proyecto europeo de investigación sobre la selva que incluyó a 200 científicos y técnicos.

Ha publicado 18 libros entre los que se incluyen “The Conquest of the Incas”, “Monuments of the Incas”, “The Search for El Dorado” (una historia en tres volúmenes de los indios brasileños), “Tree of Rivers: the Story of the Amazon” y recientemente “Naturalists in Paradise”. Ha sido galardonado con varios premios entre los que se incluyen: gran oficial «El Sol del Perú», gran cruz «Orden al Mérito Publico» (Perú), comendador «Ordem do Cruzeiro do Sul» (Brazil) así como obtenido condecoraciones de diferentes organizaciones en el Reino Unido, Estados Unidos, Perú y Francia. Esta tarde participa en el ciclo de divulgación ‘A ciencia cierta’ con la conferencia ‘Naturalistas en el Paraiso’ organizada en colaboración con British Council.

¿Por qué es especial el Amazonas y es tan necesaria su protección?

El Amazonas y sus cuencas adyacentes albergan alrededor del 60% de las selvas tropicales del mundo. Las tres ventajas principales de este magnífico ecosistema son: 1) que retiene prodigiosas cantidades de carbono, probablemente tanto como los contaminantes humanos que se encuentran en la atmósfera; 2) que genera la lluvia de la mayor parte de América del Sur y el Caribe; 3) que tiene la mayor biodiversidad terrestre de nuestro planeta, es el hogar de millones de especies que nuestra especie (Homo sapiens) no tiene el derecho moral de destruir.

 ¿Cuando realizó su primer viaje al Amazonas?

Mi primera expedición en la Amazonia fue en 1961 y he vuelto con frecuencia desde entonces. Me encantó por su interés científico, por los beneficios que aporta y por su belleza.

Su nuevo libro, ‘Naturalistas en el paraíso’ es la historia de grandes aventuras y descubrimientos. ¿Cómo era la Amazonia que los exploradores Wallace, Bates y Spruce se encontraron?
El Amazonas en 1848, cuando viajaron los tres jóvenes naturalistas, estaba más despoblado de lo que nunca lo ha estado durante el último milenio. Los grandes tribus indígenas a lo largo de los principales ríos hacía tiempo que habían muerto a causa de enfermedades, la esclavitud o porque habían escapado a lo más profundo de los bosques. Además, se había producido un gran levantamiento llamado ‘Cabanagem’ en toda la Amazonía brasileña en la década de 1830 que mató a otras treinta mil personas. Los portugueses habían protegido mucho su colonia brasileña y no permitían que ningún extranjero entrara en su parte de la Amazonia, ni siquiera el barón Von Humboldt que trató de entrar a través de Venezuela en 1800. Los primeros extranjeros a los que se les permitió entrar en el Amazonas fueron los bávaros Von Spix y Von Martius en 1820 y desde entonces hubo muy pocos visitantes. Casi no había productos de la Amazonia con los que se comercializara por lo que había muy pocos comerciantes en sus ríos, esto fue mucho antes de la época del caucho. La ciudad más grande de la Amazonia fue Belem, situada en la boca sur del Amazonas, con cerca de 15.000 habitantes, también estaba Santarem con cerca de 8.000, Manaos que era una población de unos 4.500 habitantes e Iquitos no existía. Por tanto, la Amazonia era un territorio prácticamente virgen para los científicos. Esta fue la razón por la que Henry Bates lo llamó «paraíso de un naturalista», el título de mi libro.

 Wallace, Bates y Spruce estaban destinados a ser los científicos británicos más importantes de América del Sur del siglo XIX. ¿Cuáles son sus principales contribuciones a la ciencia?
En 11 años en la Amazonia, Bates recogió 14.750 especies diferentes de animales, aves, reptiles, peces e insectos, de los cuales 8.000 eran especies nuevas para la ciencia. Spruce hizo un trabajo botánico pionero en 12 ecosistemas diferentes durante sus 15 años en América del Sur. Identificó, nombró y recogió cientos de nuevas plantas y se convirtió en uno de los más grandes botánicos y exploradores de todos los tiempos según el profesor Richard Schultes de Harvard, que fue el mayor botánico amazónico del siglo XX. Wallace en 4 años hizo un trabajo antropológico pionero sobre el arte rupestre indígena, la distribución de los animales (a menudo es nombrado como el padre de la biogeografía), la geología y otras disciplinas, antes de trasladarse durante 8 años al sudeste de Asia (actual Indonesia) donde desarrolló la teoría de la evolución por selección natural al mismo tiempo que Charles Darwin.

En su libro describe cómo fue la vida de estos tres grandes pioneros. ¿Qué descubrimientos significativos hicieron en el Amazonas?
Los tres contribuyeron con abundantes investigaciones y trabajos sobre comportamiento animal y muchos temas como plantas alucinógenas, termitas, el mimetismo en los insectos como medio de supervivencia (se denomina mimetismo batesiano por su descubridor Bates). Spruce pasó dos años recolectando semillas y plantones de árboles de Cinchona, que contienen la quinina, para paliar la malaria, y que exportó a la India lo que permitió salvar muchas vidas. Tanto Wallace, Bates como Spruce destacaron también por sus obras científicos: Bates, entre otros escritos, publicó un estudio sobre los insectos de la Amazonía; Spruce escribió grandes libros sobre las palmas de la Amazonia y otros tipos de plantas como musgos, hepáticas (reeditado recientemente por el Jardín Botánico de Nueva York) y otros géneros; Wallace también fue un autor prolífico de libros y publicaciones, con 750 títulos. Cada uno de ellos exploró y cartografió un río.
A pesar de ser totalmente autodidactas, tras dejar la escuelas sobre los 13 ó 14 años, todos ellos terminaron con doctorados honorarios: Bates fue nombrado caballero por el emperador brasileño Don Pedro II, Wallace y Bates fueron ambos elegidos Fellows de la Royal Society, eran presidentes de varios sociedades científicas como la Linnean, Entomología, etc .; todos ellos tenían medallas, y Wallace (como co-descubridor de Darwin de la teoría de la evolución por selección natural) consiguió el premio más alto de Gran Bretaña para los intelectuales: la Orden del Mérito.

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